sábado, 16 de abril de 2011

El "Coffee break" en el Centro Minillas

Hace unos días fui por primera vez al Centro Minillas, en Santurce, San Juan, PR, porque mi esposo gestionaba una copia de la licencia de su vehículo.  En este complejo urbano ubican varias agencias del gobierno como el Banco Gubernamental de Fomento, DACO, ARPE, oficina del DTOP, oficina de AEELA, entre otras. Para mi sorpresa (muy agradable, por cierto), el trámite completo de la solicitud de la licencia nos tomó cerca de 15 minutos; esta oficina estaba vacía, en gran contraste con la Colecturía, que estaba atestada de público, por lo de las planillas. Licencia en mano, mi esposo quiso tomarse un café, por lo que fuimos a la plazoleta del Centro Minillas, y…, otra sorpresa, pero esta vez muy desagradable. Eran cerca de las 3 de la tarde y en esa plaza había más de 100 personas, con tarjetas o camisas que los identificaban como empleados de gobierno, tomando café. Y no es que no se tomen un rico pocillo (por Dios, no estamos en la era de la inquisición), sino que es difícil entender que haya un empleado descansando, muy campechano, ¡con los pies sobre la mesa!, muchos entretenidos con su computadora portátil y la gran mayoría hablando y dando chistes, ¡por más de 15 minutos! El “coffee break” es un privilegio, no es un requisito de ley, como lo es, por ejemplo, el Periodo de Alimentos, y los empleados que lo disfrutan como un beneficio adicional deben ser juiciosos al tomarlo. ¿Es que a las 3 de la tarde se paraliza el gobierno? ¿Dónde estarían los supervisores de estos empleados? No quiero imaginar que estaban en corillo con sus empleados dándose el traguito. En 10 minutos ya mi esposo se había tomado su tacita de café y salimos del lugar, dejando atrás a la misma gente que cuando llegamos.  Este gobierno eliminó  27 mil puestos de empleo porque, según ellos, no necesitaban tantos recursos humanos para brindar los servicios. Los empleados del Centro Minillas les están dando la razón.

Elayne M. Rodríguez – González ©
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sábado, 19 de marzo de 2011

Ciento cuarenta

Ciento cuarenta
En un restaurante del Área metropolitana, con estacionamiento “Valet”.             

_Buenos tardes Sr. Legislador. Que gusto verle. Hoy tenemos una langosta…mmm, como usted la quiera, a la mantequilla, a la criolla, al ajillo. Ah, con unos tostones de pana que pa’ que le cuento…
_Oh si, quiero la langosta con tostones de pana. Pero antes tráeme una ensaladita verde con vinagreta, un pancito con ajo y unos buñuelos de bacalao. También quiero una copita de vino tinto, merlot o cabernet; es bueno para el corazón y además, estoy a dieta, ja,ja.
_ Como no, enseguida se lo traigo. Aquí le dejo una botellita de agua Fiji; es más cara, pero, es que, ¡la de Carraízo no hay quien se la beba!
_ No importa, no importa. ¡Qué va! Si yo tengo ciento cuarenta dólares diarios en dietas. Tráeme todo lo que tú quieras. ¡Ah! Y que no se te olvide el postre… La propina te llega horita, sí, sí.

En una farmacia de comunidad en el Área metropolitana, el estacionamiento no importa porque el hombre llegó a pie.

_ Buenas tardes Sr. Común. ¿Ciudadano, verdad? Como le ayudo.
_ Hola Miss. Le traigo esta receta que me dio mi médico porque llevo varias semanas con un dolor de cabeza y de pecho que no se me quita. Es que yo tengo la presión alta, sabe. Esta es la tercera vez que voy donde él, pero, como lo que yo tengo es reforma, no me quería enviar al especialista. Pero ya no aguantaba más, bendito.
_Hay cuanto lo siento, pero, no se la puedo despachar, porque le falta la firma del médico primario.
_ Oiga Miss, pero, es que ya lo oficina del médico está cerrada, y yo necesito tomarme esa medicina ahora. Y si yo la compro, ¿en cuánto me sale?
_ En ciento cuarenta, dólares.                                                                


Elayne M. Rodríguez - González ©
Todos los derechos reservados, 2011

El estudio Tuskegge: ¡No podemos olvidarlo!

“El gobierno de los Estados Unidos hizo algo incorrecto, profunda y moralmente incorrecto. Fue una atrocidad hacia nuestro compromiso con la integridad y la igualdad para todos nuestros ciudadanos… claramente racista.”
-- Disculpa del Presidente Clinton a los 8 sobrevivientes del Experimento Tuskegee, Mayo 16, 1997 –

Durante los años 1932-1972, en Tuskegge, Alabama, el Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos condujo un estudio de investigación con 399 afroamericanos que estaban contagiados con Sífilis; este experimento estaba dirigido a conocer el desarrollo natural de la enfermedad de transmisión sexual, que diera paso a la creación de medicamentos para curarla. Aunque era falso, se les invitó a formar parte del estudio para que recibieran tratamiento gratuito para la enfermedad y se les ofreció una comida caliente por día; además, en caso de muerte le entregaban a la familia $50 para gastos de funeral.

Aunque en 1943 comenzó la producción comercial de la Penicilina en Estados Unidos (medicamento antibiótico descubierto por el Bacteriólogo Alexander Fleming que curaba la Sífilis), los médicos que llevaban a cabo el experimento nunca le administraron la Penicilina al grupo control y permitieron que la enfermedad siguiera su desarrollo en cada individuo. No les notificaron a los pacientes porque temían que estos no siguieran cooperando con la investigación; sin embargo, todos los estadounidenses blancos contagiados con Sífilis comenzaron a ser curados con Penicilina.  El tratamiento a los pacientes negros fue intencionalmente negado y a algunos se les mintió, haciéndoles creer que estaban recibiendo el medicamento, cuando en realidad era un placebo, con el único fin de que la enfermedad siguiera su fatal y doloroso curso.

Para el final del estudio, solo 74 de los sujetos de experimentación continuaban con vida; 28 de los hombres habían muerto directamente a causa de la Sífilis, 100 murieron por complicaciones derivadas de ella, 40 de sus esposas fueron infectadas, y 19 niños nacieron aquejados de Sífilis congénita.

En 1966, Peter Buxtun, un investigador del Public Health Sevice en San Francisco, envió una carta al director de la División de Enfermedades Venéreas para expresarle sus preocupaciones acerca de la moralidad del experimento. El Centro para el Control de Enfermedades (CDC) reafirmó la necesidad de continuar con el estudio hasta su terminación (hasta que los sujetos murieran y pudieran realizarse las autopsias correspondientes).

Estos graves reclamos fueron ignorados, por lo que el Sr. Buxtun buscó ayuda en la prensa, siendo publicada la historia el 25 de julio de 1972 en el periódico The Washington Star, y al día siguiente en la primera plana del New York Times. Como consecuencia, el pueblo se volcó en protestas, lo que dio paso a que se detuviera inmediatamente el estudio y se creara una comisión para investigar los sucesos. 

El 16 de Mayo de 1997, cinco de los 8 sobrevivientes del experimento acudieron a una ceremonia en la Casa Blanca, en la cual el Presidente Clinton pidió disculpas formales a los participantes del experimento Tuskegee:
“No podemos remediar lo que ya está hecho, pero podemos terminar con el silencio… Podemos dejar de voltear nuestras miradas hacia otra parte. Podemos mirarlos a los ojos y finalmente decir, a nombre de la gente norteamericana, que lo que hizo el Gobierno de los Estados Unidos fue vergonzoso, y que lo siento.”

El estudio Tuskegge fue un trágico capítulo en la medicina norteamericana. Con la revelación de este oscuro suceso se logró establecer Políticas de Salud Pública sobre Ética y Bioética, las cuales tienen como fin garantizar la igualdad de los servicios de salud de todos los hombres y mujeres, sin importar el color de su piel.

martes, 18 de enero de 2011

Ciudad de los cielos abiertos... ¡Qué interesante!

Transitando por la autopista 22, en dirección a Arecibo, vi una guagua con una pegatina gigantesca, que le cubría hasta los cristales, la cual leía: “Lares, ciudad de los cielos abiertos”. Inmediatamente pensé: “Ciudad de los cielos abiertos…, cielos abiertos… ¿abiertos…?” ¡Que interesante! Y me pregunté varias cosas; entre ellas, ¿cuánto costará un anuncio de ese tamaño?; el dueño de la agencia donde hicieron el anuncio, ¿será amigo del alcalde?; ¿cómo estarán las finanzas del municipio?, ¿tendrá Lares situaciones y problemas mucho más apremiantes que cambiar un cognomento? Nada, solo cavilé unos segundos y salí del trance, porque si no podía ocasionar un accidente. Imagino que se cerrarán los cielos cuando los lareños se desborden en las urnas. ¡Entonces Lares volverá a gritar!
Elayne M. Rodríguez – González ©
Todos los derechos reservados, 2011

viernes, 14 de enero de 2011

¡Puerto Rico está caótico!

Se viven en Puerto Rico momentos muy difíciles. Ver y escuchar noticias tan espeluznantes era algo totalmente inesperado. Si me hubieran dicho que un puertorriqueño sería capaz de quemar vivos a los miembros de su familia después de supuestamente haberlo planificado meticulosamente, jamás lo hubiese creído; que una mujer incitaría a su esposo a tirotear mortalmente a sus padres, cuñada y hermano; que una madre permitiría que se hicieran orgias usando a sus hijos como protagonistas de los abominables hechos; que una niña asfixiaría a su hija recién nacida porque fue abusada y la bebé no tendría padre; que malhechores se disfrazan de policías para cometer fechorías en nuestros propios hogares;  que no puedo confiar en la policía porque le dan protección a los delincuentes y los agentes que quedan no hacen bien su trabajo; que los políticos se enriquecen y miran hacia el lado mientras tanta gente pierde su empleo, su casa, su vida, ¡que están rompiendo el país en pedazos!; que solucionar los problemas de la universidad de todos solo le importa a unos pocos (y parece que muy poco); que algunos estudiantes hayan perdido su norte e irresponsablemente destruyan parte de lo que supuestamente defienden; que nuestros viejos no estén recibiendo los servicios de salud que necesitan porque algunos “sin conciencia” se enriquecen, sin importarles crear un problema de salud pública; que en el primer día de clases muchos maestros no hayan ofrecido sus cursos porque los estudiantes faltaron a la escuela (por irresponsabilidad de los padres) o que los pocos que sí asistieron tampoco recibieron su educación (por irresponsabilidad de los maestros que debieron dar las clases aunque fuera a un solo estudiante); y la criminalidad, ¡ay la criminalidad!, que nos arropa y nos ahoga. ¿Qué más podemos esperar de un ser humano? ¿Será que ya no nos debe sorprender nada?  Como muchos otros puertorriqueños, lamento profundamente el estado de descomposición en que se encuentra nuestra hermosa isla. ¡Puerto Rico está caótico! Y es que así mismo me siento, en lo más profundo (y también en lo más superficial) de mi ser. Aun utilizando todo el aprendizaje de inteligencia emocional y de manejo de conflictos adquirido, la información que recibo, a través de todos mis sentidos, me hace tener momentos de incertidumbre, más seguidos de lo que esperaba. Cada día es un dilema. Pienso tanto en los modales, en los valores y los buenos ejemplos que me brindaron mis padres, mis tíos, mis abuelos. Estoy convencida de que fue la base de una familia ejemplar, con defectos y virtudes (más virtudes que defectos), pero todos excelentes puertorriqueños.  Y esto hace reafirmarme en que tendremos el Puerto Rico que queremos cuando los valores vuelvan a ser parte fundamental e indispensable de las familias puertorriqueñas. Mientras tanto, muy a mi pesar, tendremos que vivir (y sobrevivir) en este caos muchos años más.

Elayne M. Rodríguez – González ©
Todos los derechos reservados, 2011

 

domingo, 9 de enero de 2011

Jesús, El Mesías, y nuestro mundo

¿Qué el mundo está difícil, conflictivo? ¡Pero es nuestro mundo, el único mundo, el que nos tocó vivir!
¿Y nuestro futuro? ¿El inmediato, dentro de unos segundos?
¡Caminamos hacia él con temor, muriendo de miedo!
¿Por qué los científicos cuestionan en dónde y cuándo fue la Natividad?
¡Qué importa! ¡Lo trascendental son las enseñanzas del Mesías!
Jesús dijo:
“No hagas a tu prójimo lo que no quieres que te hagan a ti. Ésta es toda la Torá, el resto son comentarios; ve y estúdialos”. (Del Qur’an)
“Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos”. (De la Biblia)
¡Vivamos como el revolucionario Jesús!
Entonces, ¿es así de fácil? ¡Sólo tenía que saberlo!

Elayne M. Rodríguez, Dramaturga
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Mi primeras letras

Hace un año, por casualidad del destino, creo firmemente yo, comencé a estudiar Dramaturgia en el Conservatorio de Arte Dramático del Ateneo Puertorriqueño. Me dijeron que ofrecerían un curso básico y me matriculé. Siempre he soñado con escribir, una novela, tal vez, o una obra de teatro. Pero, la gran pregunta es cόmo empezar. Después de varios meses disfrutando inmensamente la experiencia de recibir la valiosa enseñanza de la boca del Dramaturgo Roberto Ramos-Perea, y de entregarle mi propuesta de una obra de teatro, fui aceptada formalmente en la carrera de Dramaturgia.

Este blog es mi nuevo proyecto. Con esta herramienta espero llegar a mi pueblo, a mi país, a mi mundo;
¡atrévanse a soñar conmigo!

Elayne M. Rodríguez, Dramaturga
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