martes, 18 de enero de 2011

Ciudad de los cielos abiertos... ¡Qué interesante!

Transitando por la autopista 22, en dirección a Arecibo, vi una guagua con una pegatina gigantesca, que le cubría hasta los cristales, la cual leía: “Lares, ciudad de los cielos abiertos”. Inmediatamente pensé: “Ciudad de los cielos abiertos…, cielos abiertos… ¿abiertos…?” ¡Que interesante! Y me pregunté varias cosas; entre ellas, ¿cuánto costará un anuncio de ese tamaño?; el dueño de la agencia donde hicieron el anuncio, ¿será amigo del alcalde?; ¿cómo estarán las finanzas del municipio?, ¿tendrá Lares situaciones y problemas mucho más apremiantes que cambiar un cognomento? Nada, solo cavilé unos segundos y salí del trance, porque si no podía ocasionar un accidente. Imagino que se cerrarán los cielos cuando los lareños se desborden en las urnas. ¡Entonces Lares volverá a gritar!
Elayne M. Rodríguez – González ©
Todos los derechos reservados, 2011

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